domingo, septiembre 25, 2005

ESTE SEÑOR SIN ORDEN NI BANDOS EXPRESA LO QUE SIENTE: DESPUÉS DE TODO ES SER HUMANO











USTED TIENE TODO EL DERECHO A OPINAR, SEA DE DERECHA O IZQUIERDA,DE CENTRO, O DE TODOS LADOS.INDEPENDIENTE DE LO ANTERIOR Y DE LA PERSONA APLAUDO EL LIDERAZGO QUE REMECE Y ENCUADRA DE UN ESTADISTA.



Con fecha 21 de Septiembre El Mercurio publica en su sección Cartas al Director una carta escrita por el Presidente de la República Ricardo Lagos.



Señor Director:
Al regresar hoy a Chile (16 de septiembre), me encuentro nuevamente con que su diario da lugar a todo tipo de "informaciones" relativas a parientes míos. Ésta ha sido la tónica de su diario durante todos los años de mi gobierno.
Lamentablemente, cuando se escriba la historia, el suyo quedará como el resumidero de todos los infundios con que se quiso atacar al Presidente de Chile. Lo lamento profundamente. Habría esperado algo distinto dado el conocimiento que usted y yo nos tenemos recíprocamente.
He intentado lo mejor para Chile, para el reencuentro, pero el odio, la bajeza y la forma como su diario permanentemente ha tratado estos temas, creo que hacen que su diario esté muy lejos de lo que dijera su abuelo. Ha terminado el suyo siendo un diario al servicio de una tribu, la tribu que desea sembrar el odio a través de los que escriben su página editorial y la tribu de los que quieren atacar no importa por cuáles medios.
Desgraciadamente ese "periodismo" le hace mal a Chile, pero al parecer a ratos el odio es más fuerte y no importa dañar a Chile.

RICARDO LAGOS.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por tu visita y tus comentarios en mi blog. Siempre serás bienvenido.

Considero que la carta en cuestión fue una salida poco feliz del Presidente. Tiene todo el derecho de hacer comentarios en términos privados, si así lo desea, pero si quiere que las cosas se mantengan ocultas, debe abstenerse de usar papelería rotulada con el logo oficial de la Presidencia de la República, porque eso entraña un mensaje implícito que nada tiene que ver con la gestión privada de un ciudadano particular ofendido.

Además, no parece muy propio de un Jefe de Estado hacer un berrinche de niño de pecho, ante el cuestionamiento legítimo sobre el uso de platas públicas y la distribución de cargos públicos entres sus parientes. Por lo demás, desde el momento en que ellos aceptan esos cargos, se convierten en personajes públicos; su parentesco personal con el Presidente para a segundo plano.

Finalmente, el Presidente parece estar confundido. Criticarlo, no es lo mismo que dañarlo. Si es un personaje con responsabilidades públicas, tiene que estar dispuesto a recibir críticas, posibilidad que es la base de la institucionalidad. Y aunque ello supusiera daño, no es lo mismo dañarlo a él que dañar a Chile, a no ser que, todos los que no somos partidarios de la Concertación, no seamos considerados como chilenos.

Buen blog.

Leon descubridor dijo...

En éste mundo todos estamos afecto a críticas sin distinción.Lo rescatable de todo ésto y su enseñanza radica en que como persona de carne y huesos tiene todo el derecho de expresarse por los medios que sean necesarios,e imponer un órden como persona,lider y estadista.Lo demás es condimento.