Recuerdo mi niñez.Mi padre enbanderaba el almacén. EL PAMPINO se llenaba de gente que iba a comprar mercadería para pasar un buen dieciocho. Las garrafas de vino a la venta llegaban por montones, cerdos, gallinas,vacuno, sacos y sacos de papas,arroz, azúcar,tarros de conserva,cremas para los postres, y cuánta cosa.Para mi era especial sentir la seguridad de pasar un buen dieciocho pues teníamos EL PAMPINO que nos surtía y podíamos comer hasta no poder más. Tiempos dieciocheros preciosos de mi infancia al lado de mi padre Florencio y mi madre Regina, que siguen guíando mi inspiración y el de mis tres hermanos.
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1 comentario:
Anímate, Leonardo. Es bueno recordar y querer a los cercanos.
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